Una niña de siete años, llena de inocencia y curiosidad, vivió una experiencia aterradora mientras jugaba en el balcón de su casa. Mientras utilizaba una varilla para jugar, la pequeña, sin ser consciente del peligro, hizo contacto con cables de alta tensión.
Este desafortunado incidente resultó en una descarga eléctrica que la lanzó al suelo. Afortunadamente, gracias a la atención médica oportuna, la niña no sufrió heridas graves, pero el impacto emocional y el susto fueron significativos tanto para ella como para sus padres.
Este incidente sirve como un recordatorio crucial para todos los padres sobre la necesidad de garantizar un entorno seguro para los niños. La revisión de instalaciones eléctricas en el hogar es esencial; los cables expuestos y otras amenazas pueden poner en riesgo la vida de los más vulnerables.
En este sentido, es importante que los padres reflexionen sobre las medidas que están tomando para proteger a sus hijos. ¿Tienen protocolos para revisar las áreas donde juegan? ¿Han revisado las instalaciones eléctricas recientemente? La prevención y la educación son claves para evitar que situaciones como esta se repitan.
La comunidad debe unirse en este llamado a la acción: prioricemos la seguridad infantil y trabajemos juntos para crear espacios seguros en nuestros hogares.