Este martes 1 de octubre, Irán llevó a cabo un ataque masivo con decenas de misiles dirigidos hacia Israel, provocando que las sirenas de alarma sonaran en todo el país. Las autoridades israelíes instaron a los ciudadanos a buscar refugio para garantizar su seguridad.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que, hasta el momento, no se han reportado heridos graves y que se ha dado luz verde a la población para salir de los espacios protegidos en todas las zonas del país. Sin embargo, la tensión permanece alta tras el ataque.
Durante la ofensiva iraní, se escucharon explosiones en ciudades clave como Jerusalén y Tel Aviv. A pesar de la magnitud del ataque, muchos de los proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa aérea israelí, que contó con el apoyo de buques de guerra estadounidenses en la región.
Las FDI afirmaron que Irán lanzó aproximadamente 180 misiles, mientras que el ejército de EE.UU. estimó el número en alrededor de 200. El ataque comenzó alrededor de las 19:45 hora local.
En respuesta al ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que Irán “cometió un gran error esta noche y pagará por ello”, aumentando la incertidumbre sobre las futuras repercusiones del conflicto.